La gran mayoría de pescadores asocia el invierno con dejar de pescar una temporada, hasta que las temperaturas vuelvan a ascender; no sabe que nos espera uno de los mejores momentos del año para practicar la pesca. El invierno, como siempre, viene con bajas temperaturas, vientos y fuertes corrientes que dificultan la pesca, pero eso no supone que debamos dejar de pescar.
Las dificultades harán que obtengamos una mayor satisfacción en nuestras salidas de pesca, y que vayamos aprendiendo y experimentando cada vez más. Vamos a ver cuáles son los pasos a seguir para sacar provecho al mal tiempo.
En primer lugar debemos saber cuáles son los factores principales a conocer en el surfcasting invernal. La correcta elección del día y pesquero dependiendo de los vientos, mareas, tablas solunares, etcétera, suponen la clave para que la jornada transcurra de una manera u otra en lo que al éxito de la salida se refiere. Como bien sabemos, el invierno no siempre avisa, y puede sorprendernos con fuertes rachas de vientos, duras trombas de agua o cambios de corriente que tampoco estaban previstos, por lo que resulta muy importante mirar el pronóstico meteorológico justo antes de salir a pescar. Empecemos por ahí.
Surfcasting con viento
Empezaremos por el primer síntoma del invierno después del frío. Tal y como hemos mencionado anteriormente, los vientos son muy repentinos, por lo que hay que asegurarse bien de la dirección de éstos en el momento de salir. En casos en los cuales se trate de rachas demasiado fuertes, a partir de veinte nudos, no habrá mucha solución. Tan sólo nos quedará la opción de buscar bajadas, acantilados o playas resguardadas de él, que siempre las hay; la clave pues no es luchar contra el viento, sino tratar de encontrar un punto protegido del mismo.
Pero además las fuertes rachas de aire combinadas con frío hacen que las corrientes y marejadas cambien de fuerza y dirección, lo que supone un cambio radical y constante sobre la actividad de los peces. No en todos los sitios es igual, deberemos ir viendo en qué dirección sopla el viento y sacarle el máximo partido posible.
Pescar con mareas en invierno
Tenemos dos fases tope de mareas, la pleamar y la bajamar; cuando sube y cuando baja. Al igual que los vientos las mareas son un factor muy importante y a tener en cuenta cuando de surfcasting se trata. Es muy importante que sepamos el horario de estas, es decir, saber con exactitud cuándo subirá y cuando bajará para saber en qué momento podremos dar con la más alta actividad.
Tenemos provincias en las que el nivel del agua apenas varía, como puede ser el caso de las Islas Baleares; es decir, las bajadas y subidas de marea son prácticamente inapreciables, por lo que se puede decir que no influyen. Pero por el contrario hay otras provincias, las bañadas por el Atlántico y Cantábrico, en las que éstas suben y bajan llegando a dejar muchas docenas de metros de playa sin agua. En estas zonas ir informado sobre los horarios de las mareas es fundamental. Por lo general, las mejores mareas son las subidas a la pleamar, ya que cuando hay bajamar el pescado se aleja y todo de lo que se alimentan se esconde bajo la arena húmeda, pero cuando suben las mareas, se van acercando confiados en busca de alimento.
Las fases lunares y el surfcasting en invierno
Las mareas están provocadas por las fuerzas gravitacionales que ejercen la luna y el sol. En invierno debemos estar bien informados sobre las tablas solunares, tal vez más que nunca. La luna, el único satélite natural de la tierra, hace que los peces y cualquier tipo de animal muestren actitudes distintas. Para ello debemos ir probando a diario con que luna comen mejor. Al igual que con las mareas se saca mas provecho en unos momentos que en otros, con la luna se ha llegado a la conclusión de que las dos semanas anteriores a la luna llena son las mejores, el día de luna llena incluido, siendo las dos semanas después mas flojas. Esto no quiere decir que dos días después de la luna llena no vayamos a pescar nada, nunca se sabe, tal vez la pieza de nuestra vida, pero sin duda tendremos menos posibilidades; lo que queda claro es que cuanto más tiempo pase el cebo en el agua mas posibilidades tendremos de éxito.
Fondos para surfcasting en invierno
Cuando ya estamos informados sobre el tiempo previsto para el día de nuestra salida, solamente nos queda decidir dos cosas: el tipo de fondo en el cual vamos a pescar y el sitio donde vamos a pescar. La elección del tipo de fondo la basaremos en las especies que podemos pescar ahora. Dependiendo del mar compaginado con el fondo podemos topar con unas especies o con otras, aunque algunos peces como los sargos podemos encontrarlos sobre cualquier tipo de sustrato.
Si nuestro instinto dice que es un día para coger una buena lubina iremos a los arenales en los cuales el mar levante oleaje, ya que es allí donde a ella más le gusta estar, donde más fácil lo tiene para encontrar alimento. Estas dos especies, lubinas y sargos, son las especies más típicas del surfcasting invernal, y las podemos encontrar en todo el litoral español. Si optamos por fondos rocosos podemos, además, topamos con sorpresas como morenas, congrios, etc.
Elegir una buena zona para pescar en los meses fríos
En nuestro planning únicamente nos queda elegir el pesquero, el sitio en el que vamos a poner en práctica todos los consejos que vamos a ver para sacar provecho al invierno.
Hemos visto de dónde y con qué fuerza vienen los vientos, sabemos a qué hora tendremos pleamar y a qué hora bajamar, sabemos qué luna tendremos y el tipo de fondo sobre el que queremos pescar, por lo que lo único que nos queda es fijar un día y un puesto que cumpla con lo estudiado hasta ahora y lo siguiente será…, ¡pescar!
Antes de iniciar nuestra temporada de surfcasting invernal debemos saber que nunca hay dos temporadas iguales. Saldrán más sargos o menos, pero nunca sacaremos los mismas que el año pasado. Esto depende en parte de las temperaturas, a veces se retrasan o se adelantan dependiendo de a qué altura del año nos lleguen las tormentas del otoño. Lugares en los que el año pasado hicimos 20 sargos ó unas cuantas doradas en un mes, éste puede que no nos den nada, porque aún estén por entrar o porque se pueden haber desplazado a otro lugar.
Pueden haber ido a otros arenales con más alimento, o a los acantilados donde topan comida con mayor frecuencia, ya que en fondos de roca tienen un menú mucho más variado constituido por moluscos, cangrejos, algún pequeño cefalópodo, etcétera. Así que la paciencia en la búsqueda y espera que no falte, eso es el surfcasting, paciencia y pasión por la pesca desde costa con cebo natural.
Surfcasting con mal tiempo
Muy sencillo, dependiendo de los gustos del pescador utilizaremos cañas telescópicas o de tramos, no importa, pero eso sí, con una acción que nos permita lanzar plomos de hasta 175 gramos, como puede ser una 100/250 o una 100/300. Las cañas de 350 ahora no tienen cabida, mejor aquéllas con una longitud de 4,20 ó 4,50 metros para obtener un mejor lanzado. El anillado y portacarretes según gustos, y un peso en total de la caña no excesivo, sin sobrepasar los seiscientos gramos, para que nos permita lanzar con mayor comodidad.
Utilizaremos carretes específicos para dicha modalidad, obviamente, pero sólo aquéllos con los que podamos jugar con varias bobinas de repuesto para poder así variar el grosor de la línea dependiendo de los peces y fondos en los cuales queremos pescar y de las condiciones de mar y viento. Para pescar en playa utilizaremos diámetros comprendidos entre un 0,18 y un 0,22 milímetros, acompañados de un puente de línea para que los vientos propios del invierno no nos impidan realizar lances largos. Y para cuando el fondo sea rocoso quitaremos la bobina del hilo fino y pasaremos a una línea comprendida entre un 0,35 y un 0,45, siempre dependiendo de la profundidad.
Sistemas anti-enredo contra las fuertes corrientes
Como venimos comentando, nos deparan todo tipo de fenómenos naturales con los que no podemos luchar, pero sí está en nuestras manos minimizar sus efectos. Las principales causas: los vientos y corrientes típicos del mal tiempo, que son los encargados de estropear nuestros bajos, enredándolos, lo que nos obliga en ocasiones a terminar cortando líneas y montando bajos nuevos. Las corrientes y sobre todo el mar de fondo son los responsables de que nuestros bajos adquieran memoria, lo que hace que lleguen a la orilla hechos una pelota de nailon…, ¡como para que pique algo!
La cuestión es realizar nuestros bajos de la manera más sencilla posible. Es decir, todas las piezas de los montajes deben ir acopladas a un quitavueltas o cualquier otro sistema giratorio con el fin de que cuando lancemos y nuestro bajo se encuentre en un fondo con corrientes, éste gire sin que la línea se enrolle sobre ella misma. Hay muchísimas maneras de montar bajos anti-enredo: está el clásico sistema “urfe” con la varilla y el giratorio, tenemos también el “paternóster” muy práctico para liberar la gameta de los plomos “grappin”, el clásico plomo corredizo, montar el giratorio sobre el puente de línea con “stoppers”, etcétera. Y es que para una correcta acción de pesca es fundamental que nuestro cebo quede bien presentado sobre el fondo, por lo que es importante que el aparejo se mantenga extendido, sin nudos ni líos que lo hagan más visible y le resten movilidad.
La elección del bajo de pesca adecuado
Hay muchas maneras de montar un bajo, y cada pescador tiene sus manías e intuiciones, pero para aclarar algunas dudas a quienes no lo tiene claro vamos a ver las características de algunos montajes de gameta simple ideales para el surfcasting en invierno.
Plomo corredizo. Este primer montaje se puede decir que es el de toda la vida. Se trata de montar la varilla del volador con un giratorio y termorretráctil, una vez acabado lo dejamos corredizo sobre el puente de línea, pasamos una perlita de goma, atamos en un emerillón y se acabó. Así de simple, así de sencillo y efectivo, pero puede que las condiciones del mar requieran un bajo más adaptado aún a las circunstancias.
Sistema “urfe” en varilla. Al igual que el urfe de toda la vida pero montado sobre la misma varilla del plomo.
Esto hace que carguemos menos la parte inferior del bajo, obteniendo el mismo resultado y prestaciones que con un urfe convencional. Para días de poco oleaje y corrientes medias es muy cómodo de usar, ya que el giratorio cumple la función de darle las vueltas necesarias a la gameta sin que esta adquiera memoria, por lo que evita muchos enredos.
Modelo “grappin”. Un clásico del surfcasting invernal. Lo acompañaremos con un sistema giratorio antienredo, pero en este caso con el urfe no será suficiente, debido a las “garras” que tiene el plomo. Necesitamos algo que nos libere la gameta de dichas púas, y para ello tenemos un invento llamado “paternóster”. Esta pieza tiene la misma función que un giratorio pero además separa la gameta de la madre.
Gameta corrediza. Otro montaje muy sencillo y práctico, ya que podemos jugar con las alturas de la gameta. Podemos hacerlo sobre una línea madre que serán dos metros de bajo, o sobre el mismo final del puente de línea (más recomendable). Consiste en pasar un “stopper” o tope de goma, dos o tres perlitas según gustos, un giratorio o roto-perla; volver a poner dos o tres perlitas y otro tope. Este mecanismo nos permite jugar con la altura y longitud de la gameta dependiendo de la altura y distancia a la cual está comiendo el pescado. También nos permite subir la gameta acortándola, para poner una segunda con el plomo, ideal en el caso una repentina actividad “sarguera” con un estado del mar que lo permita. ¡Qué mejor que hacer dobletes!
Bajos de surfcasting para invierno
Independientemente del tipo de montaje elegido, éste debe estar realizado con unas longitudes y diámetros adecuados al fondo, a los peces y a las circunstancias a las que nos vamos a enfrentar.
Si queremos perfeccionar al máximo nuestros bajos debemos empezar por elegir las líneas adecuadas. Es importante que nuestra línea madre aguante bien los potentes lances que requiere en algunas ocasiones el surfcasting invernal. Hablamos de diámetros comprendidos
entre un 0,45 y un 0,55 milímetros. En el caso de montar nuestra gameta con un giratorio sobre el mismo puente de línea ya disponemos de una madre lo suficientemente potente; en la mayoría de los casos un 0,57 milímetros.
El material de la misma no es necesario que sea fluorocarbono, ya que el grosor elegido permite lanzar y combatir cualquier tipo de especie alcanzable a surfcasting, eso sí, recurriendo siempre a líneas de gran calidad. Por otro lado tenemos la gameta, de mayor importancia aún a la hora de elegir el diámetro y de seleccionar la calidad. Las fuertes corrientes y oleajes que encontraremos estos meses levantan los fondos y disminuyen la visibilidad. Esto nos permite aprovecharnos empatillando nuestros anzuelos con diámetros 0,05 milímetros más gruesos de lo que solemos hacer. Si habitualmente tentamos a la dorada con un 0,30 pondremos un 0,35 e incluso un 0,40 milímetros. También dependerá del cebo que elijamos, ya que si usamos gusanas o titas cambiaremos el 0,30 por el 0,35 milímetros, ya que lo normal será clavar sargos o herreras. Pero si ponemos un cebo especial para lubina, como puede ser una pata de pulpo o una tira de sepia, aumentaremos del 0,35 milímetros al 0,40, lo que nos ayudará a que ésta no rompa la línea tan fácilmente, ya que pueden venir bien enganchadas, por el morro, pero si lo tragan, muy habitual debido a su gran boca, su disimulada “lija” puede romper nuestra línea. Trabajaremos con gametas de unos 2 metros, lo que nos permite tener un montaje muy curioso y bien presentado.
El uso del bait-clip en invierno
No hace muchos años estaba muy de moda el sistema de lanzado con bait-clip un mecanismo que hace que nuestras camada llegue en perfectas condiciones a su destino sin enredo ninguno. Sus prestaciones no es que sean de lo más admirable, ya que los resultados que dan no son siempre tan buenos como los pintan, especialmente en determinadas situaciones, pero en ocasiones sí desempeñan perfectamente su función. Los tenemos de muchos tipos distintos, pero destacaremos dos sistemas, el de unir madre y gameta en la parte de arriba, usando un bait-clip de plomo (plomo con el clip incorporado) y el que une la gameta en la parte inferior de la madre junto con el plomo y sitúa el cebo arriba, con un bait-clip de línea madre. ¿Pero merece la pena su uso o es preferible lanzar con la gameta libre?.
Pues la verdad es que en muchas ocasiones obtendremos mejores resultados si dejamos apartados los bait-clip. El motivo principal, es que en condiciones normales, cuanto más larga es la gameta mas picadas proporciona, y por tanto más capturas. Gametas de 2,5 metros de largo y hasta 3 metros resultan letales, pero hacen prácticamente imposible colocar el bait-clip sin que moleste a la hora de efectuar el lance. lo que también es cierto es que si hay mar de fondo y corrientes, lo que ocurre con cierta frecuencia estos meses, quizás no obligue a acortar drásticamente los bajos, y en tal caso el uso del bait-clips sí podría estar justificado.